jueves, 5 de mayo de 2011

capitulo 6.2 dias pasajeros de una reina parte 1


Hay cosas en este mundo que son... en su totalidad una completa burla, como en este caso; todo empezó con una llamada a mi teléfono, quien diría que esa persona me llamaría por esto:
-hola Milo!-me dijo por teléfono, su voz siempre me ha molestado cuando actúa de manera tan feliz
-puedes parar de actuar como una niña y decirme que quieres-se bufo de mi por teléfono
-que aburrido eres, para ser mi creación eres aburrido hasta la medula, sabes ser así amarga la sangre y no deja que el cerebro y el corazón trabajen óptimamente- Ciel siempre estudio medicina, pero no para ayudar a las personas si no por la curiosidad del funcionamiento del cuerpo, según ella es más divertido saber y experimentar, pero casi siempre es estúpido ver como ella mentía
-no me interesa, voy a colgar
-espera necesito que me ayudes, tengo que irme a el reino blanco, el rey me ha pedido manejar su reino mientras él duerme, sabes que Canon es un buen amigo nuestro y por eso acepte ayudarlo por una década-mi estómago se revolvió al escuchar eso, Ciel y Canon no eran "los grandes amigos" es más la última vez que se miraron a la cara casi comienzan una guerra con sus juegos estúpidos, Canon y Ciel compartían la similitud de poder, aunque es un poco extraño, si a Ciel se le ataca, se le es fácil  traspasar la muerte de sí misma a otro sin ningún costo alguno, Canon podía hacer casi lo mismo pero solo el daño fatal desaparece de él y por eso ellos juegan a quien aguanta más con los demás-por favor, Milo te lo suplico, ven conmigo.
-y tu amado e intocable niño, él puede ser cualquier cosa por ti-ella suspiro
-no ira, estamos jugando algo y necesito ayuda por un año lo harías?-desde ese momento sabía que esto era malo, pero no pensé que hasta este punto; como reina Ciel es magnífica, justa y noble, pero como otro de los nuestros reyes, Ciel estaba completamente loca, creo que es por eso que nuestras monarquías, han llegado hasta el punto de ser irrompibles, pero es vergonzoso usar una cosa como esta!; entre a el salón del trono, vi en su rostro esa sonrisa llena de maldad, como  me enfada su actitud.

-crees que es gracioso, vestirme de mucama solo por tu capricho!-ella estallo de risa, el salón quedo atónito ante este hecho, si conocieran que esa es la Ciel verdadera no le tendrían tanto miedo.
-lo lamento-se limpió las lágrimas-es que estado aburrida, este cargo es solo de estupideces-no miraba hacia mi lado-ve y cámbiate
-no me pedirás disculpas?-ella me miro con su verdadera mirada, aburrida y fría
-disculpa, ahora-le entregaron unas hojas-quien es el siguiente-ella parecía feliz-ah!, una deuda pendiente-su risa fue distinta-que venga-la traían atada de pies a manos, sus cabellos rubios estaban manchados de sangre, por lo visto este vampiro  se había vuelto loco por la sangre; decidí quedarme a ver de quien se trataba.-tus crímenes son muchos-esa vampiresa parecía perdida-hay pon atención!-le exiguo Ciel, la otra se rio
-tu no me mandas, mujerzuela-Ciel se levantó del trono, parecía que su instinto asesino, está despierto, esto era malo
-mujerzuela, es un término muy bajo, tu no debes de tratar a nadie de esa manera-Ciel le levanto el rostro-te lo dije, aquellos que no controlan su propio ser, son los que terminan siendo cautivos de sus propios instintos bajos-ese ser la abofeteo-te condeno por los cargos de corrupción y caza sin control a una cadena de doscientos años en el océano , sin comida ni compañía, reflexiona tu citación-los guardia la levantaron del suelo-ah! una cosas más-Ciel le rompió la garganta, la sangre de vampiro corría por el suelo, la mirada de Ciel, es la mirada de un depredador, ojos felinos, brillantes como cuchillas afiladas, cuando la soltó; su sonrisa al escupir su sangre-eso es solo un poco de lo que me debes, tienes suerte de que tu sangre sepa tan mal-todos los miembros del parlamento y los súbditos estaban asustados, tabú esa es la palabra que describía los hábitos alimenticios de Ciel y los míos; limpie la sangre de su boca y la probé, su sabor era malo, esa vampiresa era adicta a la sangre humana, hasta el punto de alterar el sabor de su sangre.
-necesitas bañarte, mi señora, has ensuciado todo tu vestido-nos retiramos, a su alcoba, para su edad Ciel era como una niña, solté las tiras de su vestido y quite la ropa, aunque Ciel tenía un cuerpo despampanante, jamás me a atraído de esa manera es más como una hermana que una mujer para mí.
-sabes Neo y Yuu son el mismo-me soltó de una, mientras lavaba su cabello
-eso es imposible-ella me sonrió con mucha fuerza
-lo mismo pensé, pero su forma de actuar y aroma son los de Yuu en su mayoría-su rostro se volvió tan suave
-y que harás?
-nada, por esta vez pasare eso, algun dia me dirá la verdad-no dije nada del asunto, era mejor así.
-lo amas no es así?-Ciel y yo nos conocíamos muy bien desde hace muchos siglos, ciertamente era una mujer directa pero muy precavida cuando se trataba de su sentir, como toda una verdadera dama.
-no se puede tapar el sol con un dedo, si amo a Neo es si, lo amo con ese amor tan profundo que me pierdo en él, olvidándome de misma, tanto que me lleva a la muerte, ese amor en el cual deseo ser una con él, hasta que me envuelve en la locura-suspiro con una sonrisa, que bizarra era, ama a un ser de esa manera, pero yo la entiendo así me siento yo, cuando pienso en mi amada Dalia-como la historia de la mariposa, creo que así somos nosotros dos-se rio-somos como la mariposa que se enamoró de la flor-que hermosa  metáfora para lo que somos los dos, la mariposa se enamoró de una flor, siempre volaba a su alrededor, procurando a los pétalos que simulaban a otra mariposa, como sus diferencias eran tan grandes el final es la muerte, la tonta mariposa murió sin la respuesta de su flor, murió sola sacrificando su vida por seguir a su tonto amor.-nos enamoramos y no soltamos a los que amamos hasta el final-me reí.
-somos asesinos y aun así tenemos un corazón frágil, que extraño ser nosotros, amar y matar, son partes de nosotros.
-pero amar es más difícil que robar una vida.
-claro que es así, ya que si amamos procuramos la vida, la protegemos, porque sabes lo fácil que es robarla-sus ojos no eran inocente ni los de un tirano o un sádico, sus ojos eran la muestra de la sabiduría, de seiscientos años de vida,  muchísimas experiencias de vida y de muerte han pasado en ella, como en frente de sus ojos-Ciel estamos destinados a ser lo que somos y a no dejar que le pase nada a los que amos, de lo contrario…
-nos volvemos vanos y mas insensibles, seres de pesadilla capaces de asesinar  a cualquiera por el sufrimiento que cargamos en nuestra alma-ella me sonrió-y nos entretenemos  con el sufrimiento de los otros en nuestras artes de tortura,  si bien  nos entretiene también llega a ser aburrido, por nuestro corazón-tome agua y se la puse en la cabeza.
-que te hizo esa  vampiresa antes?, casi la matas  y enfrente de esos aduladores buenos para nada-su sonrisa era tosca, parecía que ese ser la había  ofendido terriblemente , que pudo haber sido tan malo?
-su ofensa fue terrible para mí, ella casi mata a Neo hace algunos años,  lo corto tantas veces que casi se me fue imposible darle el beso-el beso, recuerdo el mío tan bien, como la luna más grande que la luna de  hoy en día, alumbrando la noche en la que me volví un vampiro, Ciel, había tomado de su sangre y me la dio de su boca a mi boca, amarga y fría,  corrió por mis venas poco a poco,  quien explicaría que algo frio quemara tanto, que fuera tan agudo que hasta  sintiera como todo mi cuerpo se rompiera en mil pedazos; en muchos  casos uno se vuelve un vampir, pero Ciel y yo somos diferentes, el proceso que puede durar años duro minutos.-por suerte o casualidad no fue tan tarde, pero perdió la vista, tuvo que tomar de mi sangre incontables veces, ella y yo habíamos tenido una conversación y la deje ir solo por consideración a Neo, estábamos cerca en ese entonces y no me podía arriesgar a perderle,  hoy vi que aun en la locura por la sangre, seguía siendo el mismo ser despreciable que tanto he odiado y mi deseo de partirle la garganta no  ha desaparecía, ya sabes que odio dejar cabos sueltos-ella se levantó y tomo un paño-ella aun lo es, algún  día la desapareceré de este mundo-palabras muy serias, en la boca de Ciel, un juramento que no olvidara, la palabra de Ciel, es sagrada más que una promesa o amenaza, esta compromete su honor de vampiro y como tal debe respetarlo. Honor  que mas que eso, para muchos es la perdición, inconvenientemente es lo que nos causa mas problemas, sin embargo como vampiro y guerrero el orgullo es lo único que nos mantiene de pie cuando la sangre se vuelve otros y el aroma fétido de los cadáveres que nos rodean, en los momentos en que nos perdemos en un espiral en picada, al no saber la razón de nosotros mismos, en los momentos más oscuros, de un vampiro solo tenemos el orgullo, puede ser duro, pero así es nuestra vida, no estamos ni vivos ni muertos . Suspire, a mitad de la noche, estaba sumamente aburrido, en la biblioteca del castillo, junto a Ciel, que leía los libros más antiguos del mundo, pergaminos llenos de información acerca de nosotros y otros seres. 
-me agrada la librería de este reino, tiene la variedad mas grande y no solo eso-ella deslizo por sus pequeñas manos de muñeca, un libro viejo, con sus bordes ya amarillos y algo dañados por el tiempo; el dibujo de una gran puerta en medio de la nada, dos seres encapuchados se encontraban alli-la puerta y los guardianes del cielo y la tierra, es una leyenda de mi pueblo, se decía en ese entonces que al morir uno llegaba a ella, allí sus guardianes, decidían a donde irías,  según este libro los llaman caídos , son una rasa muy extraña, tanto que  no viven en este mundo, según la leyenda escrita en estas paginas, el de la derecha el la hoz y el de la izquierda es el papel-se rió-hermanos en la muerte.