lunes, 25 de abril de 2011

capitulo 5: deseo

Cuando llegamos a ese lugar, Ciel llasia colgada de los brazos, habia muchisima sangre a su alrededor, Milo solto sus manos mientras, yo la sostenía, llamándole; cuando por fin abrio sus ojos, eran tan opacos que supe que no estaba ni serca de estar bien, las la grimas de ellos, me preocuparon.
-Ciel-ella toco mi rostro con delicadeza
-va...mos-Milo no me dejo verla en muchos dias, dijo que fue horden de Ciel, que hasta mejorara podria verla, es ridiculo, la forma de proceder de Ciel siempre es extraña; es tan dificil entenderle; la casa de Milo, era un poco mas pequeña que el castillo, pero tenia muchas comodidades. Milo se hacerco a mi cuarto con una sonrisa.
-que quieres?-le dije
-tengo que salir-el me lanzo unas llaves-son las llabes maestras, por si deseas salir o entar a alguna habitacion; solo recuerda Ciel esta lastimada y dijo que no deseaba verte-Milo parecia estar de humor; las llaves de la casa, seguramente... Milo te voy a deber una enorme!, corri hasta, la habitacion, abri la puerta.
-se te olvido algo Milo-su espalda aun estaba en llagas sulfurantes-Milo?-ella se movio un poco.
-no te muevas-yo me acerque
-Neo, si te acercas mucho, podría matarte-sabia que ella no advertía en vano, pero...
-Ciel desde cuando hago caso de tus advertencias-ella suspiro-me senté a su lado y observe que aun estaba delicada; Milo me había explicado que la sangre era importante, pero si un vampiro se desangraba sus posesos de recuperación eran lentos-te vez mal-ella no me miro-estas enojada conmigo?
-no-dijo de mala gana-pero tu aroma me da mucha hambre-a eso se refería con matarme, la verdad nada de esto hubiese pasado si ella no hubiera ido allí.
-es tu culpa-le dije, ella me miro y me sonrió.
-mi culpa, creo que tienes razón-su mirada tenia una chispa retadora-sabes me culparon de muchas cosas que en verdad hice, asesinar a la sangre real, alimentarme de los de mi especie, tentar en contra de la vida de mi amo, quien es un rey; desafiar a la autoridad y en fin salvarte la vida-su sonrisa era triunfante.
-por salvarme?-le pregunte, sus ojos se volvieron algo tristes.
-tu no fuiste escogido por quien te caso, yo cometí un robo, Sabina me acuso y si no me jugaban a mi, te asesinarían a ti; eso desato todos los demás crímenes, para tapar mi falta de orgullo de vampiro, salvando a un humano de la muerte.
-falta de orgullo?
-así es, en el reino de Sakuya, yo soy conocida como el arma mas peligrosa, mi reputación para el reino es importante y si yo soy vista como débil, mi rey es afectado, como una espada sin filo puede ayudar a su portador de la misma manera que una con filo?-no le conteste por que la respuesta era no-Sakuya para bien o para mal trajo una leve paz a el mundo vampirico-asi que Ciel, era importante para mantener la paz entre los reyes, una gran responsabilidad.
-en tonces te debo mucho-debia estar ambrienta, solte los botones de mi camisa, ella me miro furiosa-dejame regresarte un poco de todo-ella me abofetio
-no ofrescas tu sangre a la ligera, en este momento puedo matarte-tome sus manos y desde entonces no me he separado ni una vez de Ciel. Han pasado siete años desde que conoci a Ciel, todo lo que pasamos hantes de hoy ha quedado atras, Ciel trabaja como escritora, yo soy estudiante de penultimo año en un instituto de humanos (solo yo soy vampiro) y trabajo medio tiempo en una floristeria cercana a nuestra casa. Los dias pasan lentamente y me desespera, cada vez que es domingo, estar cerca de Ciel es dificil,ya que  solo su aroma provoca en mi el deseo ferviente de poseer su  corazón.