domingo, 12 de junio de 2011

epilogo: los deseos de los gemelos

Eso fue antes de que me fuera de este mundo, esos dos niños que conoci hace tanto tiempo, se habian vuelto hombres antes de pensarlo; ambos lloraban por que yo, ya les habia advertido de mi partida. Los gemelos vampiro Yuuki y Sakuya, ambos eran mis amigos y tambien algo especial para mi, Yuuki aguanto las lagrimas enojado conmigo y Sakuya no podia ocultarme su gran dolor.
-muy bien esta sera la ultima vez que nos veamos-les dije, en ese momento solo pude hacer lo que mejor puedo hacer-antes de eso que tal si cumplo un deseo a cada uno-Yuuki me miro seriamente
-no creo que sea bueno, tu comes corazones cuando cumples sus deseos-astuto, sin embargo...
-esta vez no se los cobrare-señale a sus pechos-los futuros vampiros tienen miedo de que un monstruo como yo los debore?-Yuuki de los dos hermanos, el era mi mejor amigo y tambien la persona mas facil de molestar.
-no es eso, se que no lo haras, pero es mejor preguntarte-suspire
-entonces tu deseo-lo mire solo una vez y como siempre supe lo que queria.
-deseo poder protejer a lo que enverdad amo-me rei, era tan facil saber lo que pediria, claro que tambien sabia el no sabe que es lo mas importante si se trata de amor.
-muy bien-de mi sangre y mi fuego cree una espada con mente propia-tomala creeme con solo abanicarla venseras a cualquiera-y tambien cree algo mas, una rosa completamente congelada-toma-le di una advertencia  sabiendo que Yuuki solo puede aprender bajo una sola situación "la muerte del ser amado". El se marcho antes de que terminara de cumplir los deseos, mire a Sakuya que permanecía en silencio-ahora que deseas mi querido Sakuya?-de los dos hermanos el era la persona que cautivo mi corazón, se dice que los de mi clase solo pueden amar una vez y cuando su pareja muere emprendemos un ultimo vuelo hasta que nos calcinamos entre las estrellas de este mundo.
-deseo que te quedes-suspire otra vez frustrada-quédate-me repitió sabiendo que no lo haría-ese es mi deseo-le sonreí
-eres tan ... me haces enojar  sabes?-el me miro sorprendido-no me puedo quedar ni tampoco puedes venir, pídeme otra cosa?-Sakuya era inocente y noble, decidí que ese deseo lo cumpliría pasara lo que pasara...; durante dos mil años me mantuve lejos de ellos dos y por motivos mas allá de mi voluntad tuve que regresar, decidí ir a donde ellos estaban solo para ver como seguían, las rosas que estaban en ese jardín estaban descongeladas, enseñando su color camesi, así que tenia razón, mire a los dos jóvenes que peleaban a la distancia.
-hermano deja de hacer cosas tan estúpidas no busques tu muerte de esa manera!-no podía distinguirlos
-déjame en paz!-con ese carácter supe de inmediato quien era; dos hombres me miraron y con una espada en mi cuello me querían dominar

-que y quien eres?-me pregunto uno de cabello largo y ojos color plata, "su parecido con Ciel es impresionante" pensó, el otro estaba intentando entrar en mi mente.
-yo soy quien soy-le conteste-hey tu no podrás entrar a mi cabeza-pude ver sus nombres-Jared y Milo, no se confundan solo pasaba por aquí-ellos cayeron al piso, Sora me sonrió
-memoria borrada, nos vamos hermana?-no le respondí solo camine
-que tal si vamos terminar el trabajo y así podre cumplir un deseo, se rió
-no tienes hambre?-le sonreí
-claro que si, debo comer algunos corazones, si no no podre estar en forma-los corazones de las criaturas de este mundo son deliciosos, sin embargo esos dos deseos no los cobre por que amo locamente a uno de esos niños....